Hace treinta años, el primer ViaVia abrió sus puertas en Heverlee, Bélgica. Lo que comenzó como una idea valiente de guías turísticos belgas apasionados se ha convertido en una red mundial de 15 cafés de viaje en cuatro continentes. Nacido del deseo de fomentar encuentros humanos reales durante los viajes, ViaVia se ha consolidado como una plataforma de hospitalidad, sostenibilidad y conexión. Aquí repasamos tres décadas de ViaVia – y lo que depara el futuro.



Del sueño viajero a una red global
La idea de ViaVia nació en Joker, la organización belga de viajes conocida por creer que viajar es más que ver monumentos: es conectarse. A principios de los años 90, esa visión dio lugar a la creación de un espacio donde viajeros y locales pudieran encontrarse de forma espontánea. El resultado fue ViaVia: un lugar acogedor para conversar, compartir consejos de viaje y disfrutar de buena comida.
Con el tiempo, el concepto evolucionó hacia una red diversa y global. Desde un ecolodge en las estepas de Mongolia hasta un hotel boutique en Katmandú o un albergue colorido en América Central: cada ViaVia es único, pero todos comparten la misma pasión por la cocina del mundo, el arte, la música y los encuentros significativos – siempre con corazón local y un toque belga.
Dale más profundidad a tu viaje
Visitar un ViaVia enriquece tu experiencia. Es un lugar donde los viajeros de Joker se sienten como en casa. Los equipos locales son expertos de la zona, comparten con gusto sus rincones favoritos y ofrecen visitas y talleres que te conectan con la cultura local.
Pero el impacto va más allá: ViaVia genera empleo, apoya a emprendedores locales y desarrolla proyectos sociales. En Honduras, por ejemplo, ViaVia Copán apoya Nachos Para Todos, que distribuye libros de cuentos a niños en zonas rurales. Gracias a iniciativas como esta, los viajeros pueden devolver algo valioso a las comunidades que visitan.
Lo que empezó con pasión y amistad se ha convertido en una red internacional que emplea a más de 400 personas fuera de Bélgica. Varias sedes de ViaVia son ahora gestionadas por equipos locales, muchas veces por antiguos empleados que se convirtieron en propietarios. Estos lazos fuertes siguen creciendo en colaboración con Joker.






Una historia pionera desde Yogyakarta
ViaVia Yogyakarta, en Indonesia, fue el primer café que abrió fuera de Bélgica, en 1995. Su historia es tan inspiradora como resiliente. A lo largo de los años, el equipo ha enfrentado crisis económicas, terremotos y erupciones volcánicas – pero nada los preparó para la pandemia del COVID-19.
Tyas, la actual gerente, recuerda ese periodo difícil:
“Nos estábamos preparando para celebrar los 25 años de ViaVia cuando la pandemia lo arruinó todo. Perder colegas fue devastador y estuve a punto de rendirme. Pero me obligué a crecer, adaptarme y aceptar el cambio. Así sigo superando mis límites – y ViaVia aún me sorprende, incluso después de 30 años. Es un verdadero honor formar parte de esta familia.”
Su historia refleja la fuerza, adaptabilidad y conexión humana profunda que están en el corazón de la red ViaVia.
Mirando hacia el futuro
Tras años de expansión fuera de Europa, ViaVia vuelve a centrarse en Bélgica. El objetivo: cinco sedes belgas, incluidas futuras aperturas en Gante y Bruselas. En Genk, se lanzará pronto un nuevo proyecto – en colaboración con el artista Koen Vanmechelen y el empresario Angelo Bruno – dentro del hotel King’s Nest, gestionado por ViaVia.
Al mismo tiempo, el crecimiento internacional sigue siendo clave. Se ha elaborado una lista de ocho posibles nuevos destinos, en coordinación con Joker y Anders Reizen. Pero ViaVia está abierto a cualquier oportunidad alineada con su misión: tender puentes, apoyar el emprendimiento y fomentar conexiones significativas – en cualquier parte del mundo.
